Un proceso clave que podría redefinir la Constitución y el futuro político del país.
El Ecuador se prepara para una nueva cita electoral que podría modificar su estructura institucional. La Consulta Popular y Referendo 2025, impulsada por el presidente Daniel Noboa, plantea un paquete de cuatro preguntas que abordan seguridad, reformas constitucionales y la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente.
La jornada, que moviliza a más de 13 millones de electores, se perfila como un momento decisivo para medir el respaldo ciudadano al Gobierno y para definir el modelo político de los próximos años.
El contenido de la consulta: qué se vota
Las cuatro preguntas incluyen:
1. Reformas a la seguridad y control del crimen organizado
Se plantea fortalecer el marco legal para enfrentar bandas criminales, con cambios a procedimientos judiciales y atribuciones del Estado.
2. Ajustes al sistema institucional
Preguntas orientadas a modificar competencias del Ejecutivo y redefinir funciones del Estado.
3. Reformas constitucionales específicas
Cambios puntuales a artículos de la Carta Magna que buscan mejorar gobernanza y eficiencia del aparato estatal.
4. ¿Asamblea Constituyente?
Es la pregunta más sensible: una posible reescritura total de la Constitución, un proceso que podría extenderse entre 12 y 18 meses y que tendría un costo estimado superior a los USD 200 millones.
Un proceso bajo observación
El CNE mantiene un despliegue técnico con observadores nacionales e internacionales, acompañado del Voto en Casa, voto preferente y protocolos de seguridad electoral. Organismos académicos y políticos coinciden en que este proceso será también un termómetro del clima social y de la capacidad de gestión del Gobierno.
Más allá de su resultado, la consulta del 2025 marcará el pulso político del Ecuador. Su aprobación o rechazo definirá el margen de maniobra del Gobierno, el rumbo de las instituciones y la estabilidad del sistema democrático.
