El Gobierno denuncia un intento de asesinato contra el presidente y líderes regionales expresan su respaldo a Ecuador.

La jornada del martes 7 de octubre marcó un nuevo episodio de tensión en el país, luego de que la caravana presidencial en la que se movilizaba el presidente Daniel Noboa fuera atacada con piedras y presuntamente con disparos durante su recorrido por la provincia de Cañar.
El hecho ocurrió en medio de las manifestaciones convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel decretada por el Gobierno.
Pese al ataque, Noboa resultó ileso y continuó con su agenda prevista, asistiendo a los eventos oficiales programados en la zona. Desde la Presidencia se confirmó que cinco personas fueron detenidas tras el incidente y que el hecho está siendo investigado por la Fiscalía General del Estado bajo la figura de tentativa de asesinato.
“No cederemos ante la violencia. Seguiremos trabajando por el país y no permitiremos que pequeños grupos intenten desestabilizar el orden democrático”, afirmó el presidente Noboa en declaraciones difundidas por la Secretaría General de Comunicación.
La ministra de Ambiente, Inés Manzano, presentó una denuncia formal ante la Fiscalía, señalando que este atentado representa un ataque directo contra la institucionalidad y la paz del Ecuador.
“El presidente ha seguido trabajando con normalidad, pero este hecho no quedará en la impunidad”, enfatizó.
Reacciones internacionales
Gobiernos de la región —entre ellos Panamá, Colombia, Perú y Costa Rica— expresaron su solidaridad con Ecuador y condenaron el ataque a la caravana presidencial.
A través de comunicados oficiales, los países vecinos rechazaron los actos de violencia y ratificaron su respaldo al Gobierno ecuatoriano.
“Rechazamos todo acto que ponga en riesgo la vida del presidente y del pueblo ecuatoriano. Ecuador no está solo”, señaló la Cancillería colombiana.
Contexto político y social
El ataque se produce en el decimosexto día de movilizaciones en distintas provincias del país. Las protestas, lideradas por sectores indígenas y transportistas, surgieron tras el anuncio del retiro del subsidio al diésel, una medida que el Gobierno considera necesaria para la sostenibilidad fiscal, pero que ha generado amplio descontento social.
Desde el Ejecutivo se insiste en el llamado al diálogo, mientras se refuerzan las medidas de seguridad en los desplazamientos presidenciales y en los puntos de mayor conflictividad.
Conclusión
El atentado contra la caravana presidencial refleja el delicado clima político y social que atraviesa el Ecuador. Aunque el mandatario resultó ileso, el hecho deja en evidencia la tensión entre las medidas económicas del Gobierno y la respuesta de los sectores sociales.
El país espera claridad en las investigaciones y acciones concretas que garanticen la seguridad y el respeto al orden democrático.