El aficionado del Real Oviedo fue captado imitando sonidos de mono tras un gol del francés. LaLiga y la policía actuaron con firmeza.
La violencia racista vuelve a manchar al fútbol europeo. Esta vez, el caso involucra a la estrella francesa Kylian Mbappé, delantero del Real Madrid, quien fue víctima de insultos racistas durante un partido de LaLiga frente al Real Oviedo, el pasado 24 de agosto.
En las últimas horas, la Policía Nacional de España confirmó la detención de un aficionado del club asturiano, identificado tras ser grabado imitando sonidos de mono dirigidos a Mbappé, justo después de que el jugador anotara un gol en el minuto 37 del encuentro, jugado en el estadio Carlos Tartiere.
La denuncia fue interpuesta por LaLiga, que ha mostrado una postura firme contra la discriminación en sus escenarios deportivos. La Fiscalía investiga al detenido por presuntos delitos de odio y contra la integridad moral, además de posibles sanciones administrativas, incluyendo la prohibición de ingresar a estadios.
Por su parte, el Real Oviedo emitió un comunicado pidiendo disculpas a Mbappé, al Real Madrid y a toda la comunidad futbolística. Asimismo, el club ha decidido abrir un Comité de Disciplina Social para evaluar sanciones internas y reforzar sus protocolos contra la violencia y la discriminación en sus graderíos.
Este hecho se suma a otros episodios lamentables que han afectado a futbolistas afrodescendientes en Europa. Desde Ecuador, donde también se libra una lucha contra el racismo en el deporte y en la sociedad, observamos con atención la respuesta institucional ante este tipo de actos.
La figura de Mbappé, más allá del fútbol, representa a millones de jóvenes afrodescendientes en el mundo. Su caso reabre el debate sobre los límites de la tolerancia en el deporte, el rol de los clubes y el verdadero compromiso de las autoridades para erradicar todo tipo de discriminación.