Exagente de inteligencia revela pagos y coordinación para espiar al entonces asambleísta antes de su magnicidio
La investigación por el magnicidio del excandidato presidencial Fernando Villavicencio da un giro crucial. Un testigo protegido, exagente de inteligencia y expolicía, reveló en su declaración a la Fiscalía que altos exfuncionarios, entre ellos José Serrano y Daniel Salcedo, habrían coordinado una serie de seguimientos e infiltraciones contra Villavicencio antes de su asesinato el 9 de agosto de 2023.
Según su testimonio, el testigo protegido fue contactado en prisión por Salcedo, quien conocía de sus capacidades en labores de inteligencia, incluyendo vigilancia, uso de GPS y seguimiento de objetivos. Tras salir en libertad en 2022, recibió instrucciones para seguir a Villavicencio durante varios días. El objetivo: identificar sus movimientos, seguridad, contactos y rutina diaria. Por este trabajo habría recibido USD 5.000 en efectivo, en billetes de 20.
El exagente afirma haber entregado un informe con fotografías y rutas al propio Salcedo, quien, en una videollamada, lo puso en contacto con José Serrano, exministro del Interior. En esa llamada, Serrano le habría dicho: “Jonathan, si esto no fuera importante, créeme que no contáramos contigo y es de carácter urgente”.
En su versión, también mencionó que el coronel de Policía Santiago N. le entregó el itinerario de Villavicencio y que un agente activo colaboró para instalar un dispositivo GPS en el vehículo del político.
Tras el asesinato, ocurrido en Quito durante un mitin político, el testigo protegido intentó ocultarse, pero luego fue recapturado. Desde entonces ha sobrevivido a tres intentos de asesinato en diferentes cárceles del país y denunció haber sido amenazado por funcionarios del sistema penitenciario. Según relató, su cabeza tendría un precio de USD 20.000.
Actualmente, el testigo protegido se encuentra en el Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi, bajo protección, y es considerado una pieza clave en el proceso que busca responsabilizar a los autores intelectuales del crimen. La Fiscalía ya ha imputado a José Serrano, Daniel Salcedo, Xavier Jordán y Ronny Aleaga por presunta participación en el magnicidio.
Mientras el país exige respuestas, las revelaciones del testigo exponen una trama de poder, corrupción y crimen que amenaza con sacudir las estructuras del pasado político reciente.
