Exportaciones bajo control en China
Las autoridades chinas han intensificado en los últimos días la vigilancia sobre la exportación de tierras raras, en un contexto de tensiones persistentes con Estados Unidos. Esta medida incluye nuevas inspecciones, acciones contra la minería ilegal y una aplicación más estricta de los controles ya establecidos sobre estos minerales estratégicos, esenciales para industrias como la electrónica, la automoción y la defensa.
Según informa el diario hongkonés South China Morning Post, varias regiones del sur del país, como Guangxi, Guizhou y Hunan, han comenzado a aplicar de forma rigurosa las directivas emitidas por el gobierno central. Estas instrucciones exigen una supervisión completa de toda la cadena de producción y suministro de minerales críticos, para garantizar que no haya filtraciones irregulares hacia el extranjero.
Las nuevas acciones incluyen el mapeo de exportadores, la mejora de los sistemas de cumplimiento normativo y el monitoreo exhaustivo de los flujos de salida de minerales. Además, las autoridades locales están endureciendo los controles sobre la minería no autorizada, particularmente en zonas sin licencia o fuera de los límites aprobados por el Estado.
Ciudades como Wuzhou y Yunfu han sido destacadas por establecer mecanismos de coordinación regional para intensificar la lucha contra la extracción ilegal, considerada una amenaza tanto para el medioambiente como para el control estatal de los recursos.
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Una estrategia en medio del pulso geopolítico
Estas medidas se producen en un momento de creciente tensión entre China y Estados Unidos. Tras una aparente tregua comercial firmada en mayo, medios estadounidenses esperaban que China flexibilizara los controles impuestos desde abril. Sin embargo, hasta ahora, Beijing no ha confirmado ningún cambio en su postura.
Desde abril de 2025, el país asiático exige que los exportadores obtengan licencias especiales para vender al extranjero siete tipos de minerales considerados críticos, incluidos varios del grupo de las tierras raras. Esta decisión ha generado inquietud entre las potencias occidentales, que dependen en gran medida del suministro chino para el funcionamiento de sectores estratégicos.
En un episodio revelador, el diario estatal China Daily publicó en mayo un artículo que mencionaba una posible flexibilización de los controles para empresas europeas. No obstante, el contenido fue retirado pocas horas después, lo que algunos analistas interpretan como una señal de que China no está dispuesta a ceder en su política de control sobre estos recursos
