Quito pedalea por respeto: homenaje a Carla Barona
Cada 3 de junio, el mundo celebra el Día Mundial de la Bicicleta, una fecha proclamada por la ONU para reconocer los beneficios de este medio de transporte sostenible, limpio y accesible. En Ecuador, la jornada llega con un contraste doloroso: mientras el país se posiciona como una potencia ciclística gracias a figuras como Richard Carapaz, Jhonatan Narváez y Miryam Núñez, la realidad diaria en las vías refleja una preocupante falta de cultura vial y respeto hacia quienes pedalean.
Un triunfo que sigue pidiendo respeto
En 2019, la histórica victoria de Carapaz en el Giro de Italia llenó de orgullo a todo el país. Pero su mensaje al regresar a casa sigue vigente: “El mejor regalo que me podría dar el Ecuador es que, cuando vaya en la carretera, respeten al ciclista”. Seis años después, esa petición sigue sin cumplirse.
Solo en 2024, 37 ciclistas murieron en las vías ecuatorianas, según cifras de colectivos ciudadanos. La mayoría de estos fallecimientos fueron provocados por exceso de velocidad e imprudencia de conductores. A pesar de los avances en infraestructura, como la expansión de ciclovías en ciudades como Quito, el problema de fondo sigue siendo la falta de empatía y educación vial.
Las voces del ciclismo levantan la alerta
Activistas como Jazz Armas, ciclista urbana, denuncian que las ciclovías son constantemente invadidas por motociclistas, scooters eléctricos y autos, poniendo en riesgo a quienes usan la bici como medio de transporte diario. Para Karina Navarrete, entrenadora de ciclismo, la situación es crítica: “No hay vías seguras ni señalética. Todos los días nos enfrentamos a gente abusiva”.
El ciclista extremo Felipe Borja coincide y señala un problema estructural: “Vivimos en una sociedad autocentrista que diseña ciudades para autos, no para personas”.
Un problema global y una lucha local
La Coalición por la Movilidad Segura en Ecuador recuerda que los siniestros de tránsito son la principal causa de muerte en jóvenes de 5 a 29 años, y más del 50% de las víctimas mortales son usuarios vulnerables como peatones o ciclistas.
En este contexto, colectivos ciclistas convocan para la noche del 3 de junio una pedaleada simbólica desde la Av. de los Shyris hasta el Centro Histórico de Quito, como una forma de visibilizar su presencia, rendir homenaje a víctimas como Carla Barona y exigir el respeto del distanciamiento mínimo de 1,5 metros al rebasar a un ciclista.
Pedalear debería ser un derecho, no un riesgo
Este Día Mundial de la Bicicleta es más que una celebración: es un llamado urgente a reflexionar sobre la seguridad vial y la necesidad de construir ciudades más humanas. Porque sobre una bicicleta no solo va una persona, van sueños, familias y vidas enteras.
